La medida entró en vigencia desde el 11 de mayo, en coincidencia con el final de la emergencia sanitaria que decretó en 2020 el entonces mandatario Donald Trump, según establece una ley aprobada por el Congreso y ratificada por el presidente Joe Biden
Desde 2021, Estados Unidos requería a los viajeros extranjeros una prueba de vacunación «a fin de frenar la propagación de nuevas variantes que ingresen al país». El gobierno justificó el fin de este requisito porque las muertes por coronavirus en Estados Unidos disminuyeron un 95% desde enero de ese año y las hospitalizaciones, un 91%
Según la Casa Blanca, los requerimientos de inoculación «reforzaron la vacunación en todo el país», lo que ayudó a que la «amplia campaña» salvara «millones de vidas». En ese sentido, el Ejecutivo recordó que casi 270 millones de estadounidenses recibieron al menos una dosis contra el Covid. Las autoridades estiman que el 69% de la población (230 millones de personas) ya completaron el esquema de inmunización.
